10 mayo 2020

En la zona más baja.

Hace poco escuche la teoría de la felicidad graficándola en una U. Al nacer nos situamos  en el  comienzo de la de esta letra y mientras transcurren los años vamos descendiendo la felicidad.  Al comenzar la curvatura cronológicamente  estamos en los cuarenta, llegando a la mitad y en la zona más baja, los cuarenta cinco. Luego, todo se reinvierte comenzando a ver la vida de otra manera.
Supuestamente en esa década se suman varios factores de la vida, donde el ser humano es más infeliz. Esto se debe porque se propuso cumplir sus objetivos y del famoso listado , te encuentras con más cruces que tildes o  vistos marcados.
Seamos sinceros, si eres exitoso en lo laboral, dejaste de lado varias cosas que comenzar a hacerlos o retomarlos, como el de ser padre, educar a tus hijos, viajar, comenzar un proyecto nuevo pero porque quieras comenzar y no porque las circunstancias de la vida te obligaron hacerlas. No es que sea tarde pero claro que mucho más complejos. Y podría hacer el mismo planteo en otras áreas como familia, metas y hasta los sueños.
Según esta teoría la vengo cumpliendo a raja tabla y obviamente estoy cagado, ya que estoy a la mitad de mis cuarenta y cinco. Es decir, estoy en la zona más baja, estoy en la zona de la mayor infelicidad.
Puede ser que sea así, los planteos, las cruces que tuve que dibujar en esa hoja imaginaria donde escribía a fuego lo que quería lograr a esta edad.
He cumplido mi gran sueño y es el de ser padre. Son mis  dos luces en mi camino, mis orgullos en la vida. Pero quedaron tantas cosas sin cumplir en lo profesional que hoy me pasan facturas en la estructura como hombre. En lo afectivo es muy extenso para señalarlo, pero en el andar de la vida  me veo caminando solo. Aunque no sufro soledad, tampoco es grato no compartir cosas con alguien.
Las cuentas y obligaciones, se convirtieron en el grillete de mi libertad. Estoy convencido que día a día de basan de decisiones que vamos tomando y nos mueve la aguja de la brújula que nos señala el camino donde tomar.
Con esto digo, que todos los días tenemos la posibilidad de cambiar nuestras vidas, pero somos tan cómodos y/o miedosos que solo seguimos como si el tiempo no cuenta y el camino fuera recto. El tiempo pasa, más rápido de que creemos y queremos. Pensamos que nosotros lo manejamos y en realidad nos pasa por arriba. Y sobre el camino recto,  el camino es como la copa de árbol, con miles de posibilidades que tomar.
Lo positivo de esto, es que a partir de mañana comienzo a vivir la curvatura ascendente  de la U. Es claro que mañana mismo no voy a ser el hombre más feliz del planeta, pero comenzaré a ver las cosas con un poco más tranquilo. Porque la superior del reloj de arena de la vida, tiene menos contenido para dejar caer.
La vida es una y solo estamos seguro de una cosa, que se acaba. Cuando, no lo sabemos, pero una vez que nacimos firmamos el contrato de caducidad.
Entonces, si es única y limitada, porque no la cuidamos, valoramos y agradecemos. Por qué en vez de restar no comencemos a sumar como pueden ser relaciones, sueños, metas, afectos, y sentirnos mejor cada momento que pasa. Creo que sino la valoramos, no hemos aprendido nada de ella.

Y vos, que pensas al respecto, en que parte de la U te sitúas. 



Sebastián Lejona


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