En la zona más baja.
Hace poco escuche la teoría de la felicidad graficándola
en una U. Al nacer nos situamos en el comienzo de la de esta letra y mientras
transcurren los años vamos descendiendo la felicidad. Al comenzar la curvatura cronológicamente estamos en los cuarenta, llegando a la mitad y en
la zona más baja, los cuarenta cinco. Luego, todo se reinvierte comenzando a
ver la vida de otra manera.
Supuestamente en esa década se suman varios factores de la vida, donde el ser humano es más
infeliz. Esto se debe porque se propuso cumplir sus objetivos y del famoso listado , te encuentras con más cruces que tildes o vistos marcados.
Seamos sinceros, si eres exitoso en lo laboral,
dejaste de lado varias cosas que comenzar a hacerlos o retomarlos, como el de ser
padre, educar a tus hijos, viajar, comenzar un proyecto nuevo pero porque
quieras comenzar y no porque las circunstancias de la vida te obligaron
hacerlas. No es que sea tarde pero claro que mucho más complejos. Y podría hacer el
mismo planteo en otras áreas como familia, metas y hasta los sueños.
Según esta teoría la vengo cumpliendo a raja
tabla y obviamente estoy cagado, ya que estoy a la mitad de mis cuarenta y
cinco. Es decir, estoy en la zona más baja, estoy en la zona de la mayor
infelicidad.
Puede ser que sea así, los planteos, las cruces
que tuve que dibujar en esa hoja imaginaria donde escribía a fuego lo que
quería lograr a esta edad.
He cumplido mi gran sueño y es el de ser padre. Son mis dos
luces en mi camino, mis orgullos en la vida. Pero quedaron tantas cosas sin
cumplir en lo profesional que hoy me pasan facturas en la estructura como
hombre. En lo afectivo es muy extenso para señalarlo, pero en el andar de la
vida me veo caminando solo. Aunque no
sufro soledad, tampoco es grato no compartir cosas con alguien.
Las cuentas y obligaciones, se convirtieron en
el grillete de mi libertad. Estoy convencido que día a día de basan de
decisiones que vamos tomando y nos mueve la aguja de la brújula que nos señala
el camino donde tomar.
Con esto digo, que todos los días tenemos la
posibilidad de cambiar nuestras vidas, pero somos tan cómodos y/o miedosos que solo seguimos
como si el tiempo no cuenta y el camino fuera recto. El tiempo pasa, más rápido
de que creemos y queremos. Pensamos que nosotros lo manejamos y en realidad nos
pasa por arriba. Y sobre el camino recto, el camino es como la copa de árbol, con miles de posibilidades que
tomar.
Lo positivo de esto, es que a partir de mañana
comienzo a vivir la curvatura ascendente
de la U. Es claro que mañana mismo no voy a ser el hombre más feliz del planeta, pero comenzaré a ver las cosas con un poco más tranquilo. Porque la
superior del reloj de arena de la vida, tiene menos contenido para dejar caer.
La vida es una y solo estamos seguro de una cosa, que se
acaba. Cuando, no lo sabemos, pero una vez que nacimos firmamos el contrato de
caducidad.
Entonces, si es única y limitada, porque no la
cuidamos, valoramos y agradecemos. Por qué en vez de restar no comencemos a
sumar como pueden ser relaciones, sueños, metas, afectos, y sentirnos mejor
cada momento que pasa. Creo que sino la valoramos, no hemos aprendido nada de
ella.
Y vos, que pensas al respecto, en que parte de la U te sitúas.
Sebastián Lejona
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